Y cuando sus fuerzas se aflojaban
y sus pies ya no la sujetaban,
cuando todo se oscurecía a su alrrededor
el día se hacía noche tenebrosa
y las voces ya no estaban cerca de ella
entonces caía hacia el abismo
cuando de algún lugar misterioso
surgió el ángel, la tomó entre sus brazos
y suavemente alzó el vuelo
Juntos remontaron la negra montaña
y entre flores la posó
con un etéreo beso en su frente.
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