"No soy un hombre que sabe.He sido un hombre que busca, y lo soy aún; pero no busco ya en las estrellas ni en los libros, comienzo a escuchar la enseñanza que mi sangre murmura en mi.

Mi historia no es agradable,no es suave ni armoniosa comolas historias inventadas; sabe a insensatez, y a locura, y a ensueño,como la vida de todos los hombres que no quieren mentirse mas a si mismos."

Herman Hesse

martes, 20 de noviembre de 2012

oscuridad y luz

De tanto querer evitarlo me convertí en todo aquello que odiaba.
Solo cuando acepté mi oscuridad  pude ver mi luz.

martes, 15 de mayo de 2012

Mas te agradezco

Almita linda, compañero de mis sueños,
cuando mas siento que se me parte el corazón,
mas te pienso,
mas te agradezco,
mas te reconozco.
En el cofrecito guardé las preciosas horas
aquellas que pasamos envueltos
entre nieblas de colores danzarinas.
En el cofrecito...y bien adentro.
Ay, lástima de mi si se cae el cielo!,
porque no puedo correr a resguardo.
Mi refugio eras tu...y tu te fuistes,
porque el viento es libre y viaja y no permanece,
por mucho que te envuelva
termina marchándose por las esquinas.
Almita de fuego, quemaste mis ojos
con dos de tus dedos,
y por eso ahora ando despacito
palpando las rocas del pasillo estrecho.

Tu que fuistes mi canción
ya no te escucho cantar,
y si me falta tu voz...me desvanezco.

Coranzoncito de plumas,
te agradezco,
tu paseo por mi vida.
Sea llorando, sea riendo,
sea abrazando al viento,
se que viví porque te amé.
Por eso yo te agradezco.

Solo pensaba...

Hay soledades antiguas melladas en el alma, fuertes como hierro, visagras rovelladas que no permiten abrir las puertas de ciertos rincones.
Son tozudas como mulas y celosas guardianas de tantas emociones calladas.
En cierto modo, nuestra mente es como un gran castillo medieval, con infinidad de pasillos y estancias. Detrás de cada puerta guardamos un trocito de nuestro devenir en este mundo de ilusiones. Cerramos con llave y queremos seguir adelante, como si nada hubiera pasado, como si nunca hubieramos reido o llorado, como si nunca hubieramos amado u odiado.
Somos entonces el rei o la reina, dueños del castillo, paseando nuestra soledad por los pasillos frios con la única compañía de un débil lucecita que, a pesar de todo, no nos abandona y flota a un palmo de nuestra cabeza, rodeándola.
Reyes sin corona, ni séquito ni ejército. Solo una pequeña luz en un gran castillo lleno de puertas secretas. ¿Somos acaso nuestros propios fantasmas?..

miércoles, 4 de enero de 2012

Alma sin alma

Voy errante en mi, 
camino casi despierta
un poco viva,
un poco muerta,
soy la negrura
la tela rasgada
que un día fue luz
de sútil textura
y hoy es el retal
que tapa la llama
el velo prendido
el hondo quejido
del alma que viaja
sin rumbo, sin nada,
sin sal ni dulzura,
el alma sin alma.