Voy errante en mi,
camino casi despierta
un poco viva,
un poco muerta,
soy la negrura
la tela rasgada
que un día fue luz
de sútil textura
y hoy es el retal
que tapa la llama
el velo prendido
el hondo quejido
del alma que viaja
sin rumbo, sin nada,
sin sal ni dulzura,
el alma sin alma.